Hoy es una de esas noches abstractas, difusas, contradictorias. Momentos de
cambios se han presentado en mi vida de la manera más brusca e inesperada, de
esos que no sabes ni cómo reaccionar ante ellos pero te ponen en la tesitura de
verte obligada a cambiar completamente tus hábitos, tu comportamiento e incluso
tu forma de ser de manera obligatoria.
Qué complicados se vuelven al principio los cambios y qué poco me han
gustado durante toda mi vida... Pero así es esto, porque "estamos de
paso" y a veces no hay otra opción que resignarse y seguir adelante,
sacando fuerzas debajo de las piedras si falta hiciera y lo que tenga que ser,
será. O no.
Pasadas dos semanas puedo decir que no sigo siendo la misma persona que
antes era. A base de circunstancias, momentos y personas que han influido en mí
puedo decir que me he convertido en una persona diferente mucho más fuerte de
lo que esperaba de mí misma, capaz de enfrentarme a aquello que me perturbaba
y, no diré que feliz -porque mentiría-, pero sí con una capacidad de
asimilación ante hechos muy diferente.
Antes que la vida me diera una paliza emocional y entrara en un bucle tan
hondo que no había tocado nunca antes -y espero no volver a tocar-, no podría
describir cómo me sentía. Supongo que cómoda, pero a la vez preocupada. Esa
preocupación no ha desaparecido, pero lo hará, tarde o pronto y estoy convencida.
Realmente sí recuerdo las cosas que hacía antes de estas dos semanas y, sobre
todo, cómo afrontaba aquello que no me gustaba y ahora soy consciente que mi "yo"
no es ya el mismo "yo" que antes, podría decir que se ha transformado
y materializado en una persona que solo piensa en alcanzar unas metas que valen
la pena y que son aquellas por las que he luchado toda mi vida. Qué absurdez
pensar que éstas no se puedan compaginar con una persona..., pero parece que la
vida así lo ha planteado. "Intereses distintos", lo llaman. Yo
prefiero no ponerle etiquetas y decir que sigo tan enamorada de los recuerdos
como el primer día; recuerdos inolvidables vagan dentro de la atmósfera de mi
nueva vida.
Es difícil explicarle al mundo cómo te sientes después de un golpe tan
fuerte, no saber ni cómo empezar a explicarlo es duro, así que es mejor empezar
haciéndolo por ti misma: por cómo te sientes y qué es lo que quieres o deseas.
Desgraciadamente, el "querer" no se compagina con el "poder"
y es la consecuencia principal del cambio.
Recuerdo cuando el día 31 de diciembre deseaba que se acabara pronto el año
2013 porque el 2014 sería "mi año" y ahora, a pesar de haber sufrido,
no echaría el tiempo atrás. Quizá por revivir algunas situaciones, sí; pero por
otro lado, el constante cambio al que estamos sometidos los humanos provoca una
adaptación instantánea -aunque pasen meses-, al devenir.
¿Qué voy a hacer ahora? Me pregunto cada noche antes de quedarme dormida y
no obtengo respuesta sensata... Se me ocurren tantas y tantas cosas con las que
dar un giro a mi vida, que a pesar de eso ya ha empezado a girar con buenas
perspectivas pero el hecho de no poder compartirlas como quisiera, me abruma. De
lo único que estoy segura es de la independencia personal que mantengo ahora
mismo en mis días, que tampoco sé seguro si es lo que quiero, pero es lo que
tengo, y como mi mente va más deprisa que mi boca cuando hablo o mis dedos
cuando escribo, no sé qué me apetece en estos momentos que no sea coger el
coche cada día e irme a la playa cada día porque solo el simple contacto con la
arena y los rayos de sol sobre mí son, ahora, mi mejor método para alcanzar la
calma...
Prefiero no hablar de proyectos futuros, pero mi 2015 ya está planteado de
una manera que nada me haría cambiar de opinión respecto a este, pero me falta
algo... Y ese algo está tan lejos ya de mí que ni siquiera puedo rozarlo con
mis palabras...
Sé valiente para decir "adiós" y la vida te recompensará con un
nuevo "hola". Vale, sí. Mucha frase bonita, mucho proverbio y mucha
cita pero ¿nadie piensa en la realidad?, ¿alguien se aplica todos estos
pensamientos de verdad?
Si el karma existe, que vuelva de nuevo y me muestre que de verdad soy como
soy tras los ojos de las personas que han estado a mi lado estas semanas
recompensándome con algo que me haga sonreír y llorar, pero de alegría.
Buonanotte.